6 cabezas de ajo enteras
1/2 litro de aceite de oliva
1 chile serrano o jalapeño
1 cucharadita de pimienta negra en granos
Lavar las cabezas de ajo y el chile.
Cortar las bases de las cabezas de ajo sin que se desprendan los dientes.
Poner a calentar el aceite en una olla y, cuando rompa el hervor, agregar el chile, los granos de pimienta y las cabezas
de ajo.
Cocinar hasta que los ajos estén tiernos controlando que el aceite no supere los 80°.
Retirar la preparación del fuego y envasarla en frascos esterilizados calientes.
Tapar y dejar enfriar.
Estacionar durante 2 ó 3 días antes de consumir.
Guardar en la heladera.
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