Cascaras de 2 limones
Cascaras de 3 naranjas
Cascaras de 2 pomelos
Cascaras de 3 mandarinas
Agua: cantidad necesaria
Sal: cantidad necesaria
PARA EL ALMÍBAR
1 litro de agua
700 g de azúcar
PARA ESPOLVOREAR
Azúcar: cantidad necesaria
Antes de sacar las cascaras de las frutas, lavarlas muy bien, cepillándolas. Secarlas con papel de cocina.

Cortar todas las cascaras en trozos y colocarlas en un bol; cubrirlas con agua y sal (aproximadamente 2 cucharadas soperas
de sal por litro de agua).
Dejarlas en reposo durante 48 horas, cambiando el agua del remojo 2 veces por día.
Pasado el tiempo del reposo, retirar la parte blanca de las cascaras con ayuda de un peiapapas y, luego, ponerlas en un
recipiente con agua sola y dejarlas en remojo durante un día.

Una vez listas, pasarlas a una cacerola y cubrirlas con agua. Llevarlas al fuego, dejar que rompan el hervor y, luego, cocinarlas
durante 2 minutos. Retirarlas de la olla y escurrirlas.
En otra olla, colocar 1 litro de agua y 300 g de azúcar. Una vez que soltó el hervor, cocinar por 5 minutos. Incorporar
las cascaritas y seguir cocinando hasta recuperar el hervor. Retirar la preparación del fuego, taparla y dejarla reposar hasta
el día siguiente.

Sacarle las cascaras al almíbar y agregarle 200 g de azúcar; calentarlo nuevamente y, cuando rompa el hervor, añadir las cascaritas.
Retirar la preparación del fuego, taparla y dejarla reposar durante 24 horas. Pasado el tiempo de reposo, repetir el procedimiento
incorporando los 200 g de azúcar restantes.
Finalmente, cocinar las cascaritas dentro del almíbar hasta que estén transparentes. Retirarlas, escurrirlas y dejarlas
orear sobre una rejilla (también se pueden secar en el horno, a temperatura suave y con la puerta abierta).
Cuando estén secas, espolvorearlas con azúcar y cortarlas de la forma deseada.
Envasarlas en frascos previamente esterilizados.
Tapar los envases y guardarlos en un lugar muy seco y oscuro.
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