200 g de queso blanco (tipo cuartirolo)
Sal a gusto
1/2 taza de pimienta negra en grano semimolida
1/2 taza de paprika de buena calidad
Aceite de oliva: cantidad necesaria
Colocar el queso en un bol y agregar sal a gusto.
Mezclar.
Trabajar el queso con las manos (bien lavadas y secas con papel de cocina) hasta que esté maleable y, luego, darle forma
de dos cilindros del tamaño deseado.
Volcar la pimienta negra sobre la mesada y hacer girar un cilindro de queso sobre la misma hasta que está completamente
cubierto por la especia.
Repetir el procedimiento con el otro cilindro de queso y la paprika.
Cortar ambos cilindros formando ruedas.
Alternar ruedas de queso de los dos sabores dentro de frascos de 1/2 kg, previamente esterilizados, y cubrirlas con el
aceite de oliva a 80°.
Tapar con tapa a rosca y reservar en la parte menos fría y luminosa de la heladera.
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