Tomates maduros, 2 kg
Azúcar, 2 kg
Jugo de limón, c/n
Clavos de olor, 2
PREPARACIÓN
Pele los tomates con agua hirviendo. Córtelos por la mitad y exprímalos ligeramente, sacudiéndolos para extraerles las
semillas y desecharlas.
Colóquelos en una cacerola grande enlozada (o en un bol) en capas alternadas con el azúcar indicada.
Rocíelos con el jugo de limón. Déjelos estacionar así hasta el día siguiente
Al día siguiente... (¿vio qué cantidad de "agua" soltaron?), agregue en la cacero-la los clavitos de olor y
haga hervir el dulce revolviendo de vez en cuando con cuchara de madera, a fin de ir rompiéndolos en trocitos (de lo contrario
el dulce parecerá una ensalada...).
Continúe la cocción a fuego vivo, revolviendo de a ratos con cuchara de madera hasta que el líquido se reduzca, espese
y tome el punto de mermelada. Tenga en cuenta que al enfriarse espesará más. ¡Envase y escóndalo.
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