INGREDIENTES

1 ananá cortado en cubitos
1 kg de manzanas verdes
Jugo de 2 limones
1 kg de frutillas
650 g de azúcar rubia
1 cucharada sopera de semillas de cardamomo
1 cucharada sopera de pimienta negra en grano
250 cm3 de vino blanco
500 cm3 de vinagre de manzana

Lavar todas las frutas; el limón, cepillándolo. Secarlas con papel de cocina.

Pelar el ananá y cortarlo en ruedas. Retirar los centros de las rodajas con un sacabocado o un cortante y, luego, cortarlas en trazos de aproximadamente 2 cm de lado. Colocarlos en un bol y reservarlos.

Pelar las manzanas, cortarlas en cuartos y sacarles las semillas; cortarías en trozos similares a los de ananá e incorporarlos al recipiente anterior. Rociar ambas frutas con el jugo de limón y mezclar.

Quitarles los cabitos y las hojas a las frutillas; cortarlas por la mitad y agregarlas a la mezcla anterior.

Añadir el azúcar. Con una gasa, envolver las semillas de cardamomo y los granos de pimienta formando una bolsita y, después, colocarla en el bol. Cubrir toda la preparación con papel film y dejarla reposar en la heladera hasta el día siguiente.

Pasado el tiempo de reposo, retirar la mezcla de la heladera y pasarla a una cacerola; llevarla a fuego medio hasta que rompa el hervor; bajar el fuego y seguir cocinando hasta que las frutas estén bien tiernas.

Adicionar el vino y el vinagre; continuar cocinando hasta que la preparación tenga consistencia de mermelada.

Retirarla y envasarla en frascos de 1/2 kg, previamente esterilizados.

Tapar y esterilizar durante 20 minutos.